sábado, 14 de septiembre de 2013

YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA.   
 Juan 14, 6
  Pensamientos de la Beata Paulina von Mallinckrodt




1.    ¡Oh Señor, imprime tu imaginen mí, fórmala en mí! Si valió la pena que bajaras del cielo a vivir aquí 33 años para darme un ejemplo de tu locura de amor y trabajo -¿sería mucho para mí considerarlo? Mi Señor, quiero meditar en esto día y noche. Infúndelo siempre más profundamente en mi corazón. Amén.                                                1853 

2.     La perfección cristiana consiste en que nos desprendamos más y más de todo lo que disminuye y arriesga la semejanza con la imagen de Dios. Consiste en una creciente similitud con El, con Jesucristo que es el reflejo del esplendor del padre y la imagen de su esencia.                                          1849

3.     Tómame en tu escuela, amadísimo Maestro, pues quiero aprender mucho de Ti. Dame gracia y fuerza para lograrlo.        Retiro 1853

4.     Sé mi Maestro, Jesús y dame la fuerza para seguirte. No tomes en cuenta mis preferencias, sino tu beneplácito, pues para esto me doy a Ti para siempre.            Retiro 1848

5.     No sé nada. Primero debo aprenderlo todo del Divino Esposo de mi alma. Le he rogado que me ayude – y sin duda lo hará.       1857

6.     Señor, sé mi Maestro en todas las cosas y concédeme que pueda amarte con todo mi corazón.                                      Retiro 1854

7.     Que el Señor me conceda la gracia de pertenecer a Cristo, de poseer el espíritu de Cristo, que debe expresarse por una profunda y sincera humildad y por el más ardiente amor.                                Retiro 1845

8.     Cualquier cosa que haya sido bendecida por Dios, en cualquier parte, debe haber sido fundada en la humildad.                Retiro 1849

9.     ¡Esta es la sabiduría de toda ciencia, que debes estudiar cada mañana y cada día hasta el fin de tu vida; la humildad de Jesús, el amor de Jesús! Deberías revestirte de su imagen. Se necesitarán muchos golpes de martillo hasta que esté completa. Avanza con calma y serenidad – en Dios puedes hacerlo todo.                             Retiro 1847

10.  No son los que se reúnen para discutir más teorías sobre la perfección, los que progresan más rápidamente, sino los que actúan, ¡por eso, actuemos! Antes que el corazón se inflame en el santo amor a Dios, todo lo imperfecto debe desaparecer por la mortificación. ¿Vamos a ser más sabias que Jesús, el Todo-sabio, que nos ha mostrado el camino de la obediencia, de la mortificación y el sufrimiento? Fue considerado un loco por el mundo, y lo mismo pensarán de nosotras. Alegrémonos porque la locura a los ojos del mundo, es sabiduría de Cristo. Ama, sé pequeña, únete íntimamente con Dios, y serás perfecta.                                            1853

11. Mantengamos siempre la mirada en Jesús. Interior y exteriormente grabemos a Jesús en todo nuestro ser, pensamientos, palabras y obras, En todo lo que trae consigo cada día, miremos inmediatamente a Jesús.   1853

12.  De aquí en adelante quiero vivir totalmente pobre y pequeña ante Ti, para que puedas mirarme y yo busque sólo tu mirada, tu complacencia. Que el resto del mundo, sus juicios y sus puntos de vista, no signifiquen nada para mí.                            1849

13.  El fue crucificado. Yo también quiero y debo serlo. Ese es el verdadero camino, la verdad y la vida para nosotras. El camino más seguro en que nadie se equivoca.               1853

14.  Permíteme caminar sinceramente ante Ti, con mansedumbre serena y cálida, con sumisión y humildad para que todo el que esté en contacto conmigo, pueda reconocerme como discípula, ¡oh Maestro, el más manso y humilde!                                   Retiro 1844

15.  Jesús ha amado hasta la muerte en cruz. Que ésa sea mi medida.                Retiro 1843

16.  ¡Estudia a Jesús!: amor es todo su actuar; amor su mirada; amor su alabanza; amor su censura; amor su castigo.                     1847

17.  Quiero ser tan paciente como Jesús, mansa humilde, amante como Jesús- porque en la identificación con Jesús, nuestro Modelo, nuestro Hermano, consiste la santidad.                                                       
                                                                     Retiro 1854

18.  Sin embargo, la Esposa no puede vivir una alegría imperturbable sabiendo que el Esposo está clavado en la cruz. Lo acompaña valerosamente en el dolor; permanece bajo la cruz y ama y sufre; pero no pronuncia ninguna queja.                              Retiro 1846

19. Debemos pedir el amor a la cruz. Así veremos con frecuencia las cosas bajo una luz diferente.                                    Retiro 1855

20.  El está crucificado. Yo también quiero y debo ser crucificada. El está coronado de espinas, yo también lo quiero. Así el alma estará siempre alerta, con el ejemplo y la palabra de Jesús a mano, y actuar de acuerdo a ellos. Así El será realmente para nosotras el Camino, la Verdad y la Vida.                 1853

21.  Jesucristo, ¿quién puede mirarte en la cruz sin conmoverse profundamente?. Jesús, el siervo no es más que su Maestro. Mortifícame cuanto quieras. Por la mortificación mantén vivo mi celo por Ti.           Retiro 1842

22.  ¡La cruz es el único camino real al cielo! Por eso debemos amar al cruz, Si hubiera otro camino mejor, Jesús nos lo habría mostrado. Nos ha precedido en el camino de la cruz aceptando la más profunda humillación, y ahora nos pide seguirlo fielmente si queremos heredar su Reino.                     1859

23.  En su sufrimiento, Jesús ofreció el sacrificio de su libertad, el sacrificio de sus amistades, el sacrificio de su salud y vida. ¡Oh Jesús, ayúdame a estar lista para cualquier sacrificio por Ti!                            Retiro 1854

24.  Aún cuando las huellas de Jesús están a veces entre espinas, o entre piedras ásperas, en terrenos desparejos o montañas empinadas, siguen siendo huellas del Señor. Y cuando el seguimiento es demasiado penoso, El mismo nos impulsa.                        1849

25.  Amemos de corazón la cruz que el buen Señor nos ha dado y llevémosla sobre los hombros con paciencia, hasta que El lo disponga. No tratemos de huir de esta cruz, no sea que encontremos otra más pesada aún. 
                                                                               1852

26.  Como el oro se purifica en el crisol, así el hombre se acrisola en el fuego de la tribulación. La cruz es el único camino real al cielo, por eso pidamos la bendición de Dios para nuestra actividad, llevar con paciencia y aún con alegría, la cruz. Dios es fiel y no permitirá que seamos tentadas más allá de nuestras fuerzas.                                       1847

27.  Cuando nos vemos enfrentadas a lo  desagradable, miremos al Señor, y luego, con rapidez, podremos dominar completamente la situación. Cuando haya pasado la ocasión, debemos prepararnos para nuevas dificultades.                                           1854

28.  ¡En nuestra debilidad miremos al Corazón de Jesús! Sus tesoros nos pertenecen y son nuestra riqueza. Luego, nuestras buenas obras y virtudes también adquieren calor en El. En todos los acontecimientos de la vida preguntémonos: “¿cómo actuaría y pensaría Jesús?” Y luego esforcémonos por actuar de acuerdo a ello. ¡Su mansedumbre, su humildad y amor, su dulzura, su celo por la salvación de las almas y por la gloria de Dios, su espíritu de penitencia, sean nuestros principios conductores!          Retiro 1855

29. Dame virtudes sólidas y auténticas, de modo que no sea sólo un faro luminoso, sino que avance con calma, como un barco en medio de las tempestades. El piloto mira sin cesar la brújula  o la estrella polar, oh Jesús, sé mi estrella! Si el Señor lo quiere, mandará calmar rápidamente las tempestades y podremos desembarcar como si no hubiera habido tormenta, como si hubiéramos navegado siempre en calma. Señor, enséñame el gran arte de avanzar siempre con serenidad, de crecer continuamente en la vida interior, suceda lo que suceda. No quiero torcerme una vez a la derecha y otra a la izquierda, sino seguir hacia delante hacia Ti, mi brújula, mi estrella.    Retiro 1854

30.  Jesús, concédeme que tu imagen se grabe en mi; que viva sólo de Ti, y en Ti, y contigo y por Ti. Tú la Vid y yo el sarmiento. Ayúdame para que todas mis opiniones y puntos de vista se parezcan tanto a los tuyos, que los demás puedan ver a Cristo en mí.         
                                                                   Retiro 1854

31.  ¡Oh Dios mío, ayúdame a luchar para que ya no viva yo, sino que Cristo el Señor, viva en mí. ¡Que mi vida esté escondida con Cristo en Dios!                             Retiro 1859

32.  ¡Señor, Tú sabes que sólo Tú eres la vida de mi alma, mi gran amor, mi luz, mi Dios, mi todo! Sin Ti, Señor, la vida es muerte y vacío- sin Ti no vale la pena vivir. Retiro 1842

33.  Esfuércese por conseguir un alto grado de santidad. Al final es lo único que importa y es la meta hacia la que deberíamos tender sobre todo lo demás. La santidad no se alcanza si no entre cruces y sufrimientos. No nos queda más que tomar diariamente nuestra cruz, con paciencia, valor y alegría, y llevarla en pos de Jesús, con energía y amor, cómo y hasta dónde El quiera.     1860

34. Estoy comenzando a ver con mayor claridad que la resignación a la voluntad de Dios no es suficiente. Debemos amar la cruz, amarla de todo corazón, y con valentía, colocarnos la corona de espinas de Jesús en la cabeza.
                                                       Retiro 1846










NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES




ESTA ES TU MADRE.              
Jn. 19, 27
Continuamos con los pensamientos de la Beata Paulina.

1.     ¡Asegúrese de dirigirse siempre a la amorosa Madre de Dios! ¡Es tan maravilloso y consolador saber que en todos los sufrimientos podemos encontrar en Ella a una Madre hermosa! Con un corazón humilde y sereno permaneció al pie de la santa cruz; reconocida por todos como la madre de un condenado a una sentencia pública de muerte. ¡Qué humildad, qué amor! ¡Con ellas se abre el cielo!                            1865

2.     María estuvo constantemente durante su vida, herida por una espada de dolor. Contémplala: ¡qué poco conocida es, a menudo ignorada y despreciada! Como ahora su vida brilla con el esplendor del cielo, olvidamos cuál fue su situación mientras peregrinaba en la tierra: ella, la mujer pobre que con su Hijo recibió limosnas de caridad de otras piadosas mujeres- ella, la madre de un hombre que fue objeto de burla y del odio de los fariseos y de los distinguidos del pueblo- ella, la madre del que sufrió la pena de muerte más infame. ¡Oh reina de los mártires! Me ofrezco a Dios con todo lo que soy y tengo. Amadísima Madre, pongamos juntas nuestra ofrenda en el altar: tú a tu Hijo, y yo -oh, acéptalo amado Jesús– a mí misma con todo lo que soy y tengo.    Retiro 1848

3.     He contemplado la vida de María, ¡qué llena de espinas y de dolor estaba! La más alta gloria celestial se tiene que ganar con el más intenso sufrimiento terrenal.   Retiro 1848

4.     Todo depende de la pureza de intención. En eso consistió la gran perfección de María: ella hacía todo por Dios, en las más íntima unión con El y con su voluntad, para su mayor gloria.                                          Retiro 1848

5.     Sólo puede mandar con seguridad, quien sabe obedecer bien. ¡Oh Jesús, enséñame a estudiar el ejemplo de María, y cuando deba mandar, enséñame a hacerlo como Ella. Enséñame la sumisión. ¡Oh María, enséñame tu forma de mandar, tu obediencia! Amén. 
                                                                               1847

6.     El amor se esfuerza por lograr la unión con Dios. Busca sólo su beneplácito; lo busca a El, su Corazón, y persevera con María al pie de la cruz. Modela su corazón según el de María, porque Jesús nunca encontró un corazón más fiel que el de su Madre.
                                                                   Retiro 1847

7.     María, Virgen santa, tú iluminas nuestra senda con tu hermoso ejemplo. Ruega a Dios que me dé la gracia de seguir tus santas huellas, para que pueda ser la esclava del Señor y se haga en mí según tu palabra. Amén.                                                      Retiro 1843

8.     Madre de Dios, modelo y auxilio de los cristianos, ruega por mí para que sea la sierva del Señor.                                           Retiro 1842

9.     María llega al templo sin llamar mayormente la atención. Sólo presenta la ofrenda de los pobres, un par de palomas que ofrece a un Dios. ¡Oh admirable ejemplo! Así deben ser nuestros sacrificios: de inmenso valor ante Dios, pero ocultos a los ojos de los hombres.  
                                                                     Retiro 1848

10.  El Señor me conceda un alma sencilla, infantil, como la tenía el Niño Jesús, guiado de la mano de María. Yo también quiero dejarme conducir por Ella y confiar en que me acepte como su hija.                          Retiro 1848

11.  Tome a la amabilísima Virgen María como modelo. ¡Qué humilde, qué amable y qué unida con Dios! ¡Con qué devoción y diligencia debe haberse dedicado a su hogar! Jesús, su Dios y Señor, estaba a su cuidado- el Creador a la creatura. La más humilde era la Madre del Altísimo.                                  1877





















¡CON GUSTO HAGO TU VOLUNTAD, OH DIOS!   
  Salmo 40, 9







Seguimos con los pensamientos de la Beata Paulina von Mallinckrodt.

1.    Oh Señor, cuanto me alegro por mi total dependencia de Ti! Mándame lo que quieras y ayúdame a alabarte siempre diciendo: “¡Gracias a Dios!”.                        Retiro 1852

2.     Lo que Dios quiera hacer conmigo, está bien hecho. En cualquier permisión de la Providencia, sea que traiga alegría o pena, exclamaré: “¡Gracias mi Dios!”. El mismo encontrará el justo equilibrio entre la alegría y el dolor. El, que por amor derramó su sangre por mí, no me impondrá nunca una cruz demasiado pesada.                      Retiro 1845

3.     Es mi deseo principal, el único deseo de mi corazón, que se cumpla en mí la Santa Voluntad de Dios.                            Retiro 1847

4.     ¡Oh amadísimo Señor, enséñame el completo desprendimiento de todas las criaturas, de todas mis opiniones, de todas las cosas, para que pueda encontrar más perfectamente el descanso en Ti completamente unida a Ti, en lo íntimo de mi voluntad.  1855
5.    ¿De qué sirve estar dotada de capacidad intelectual si ésta no va unida a una muy profunda humildad, un amor indulgente al prójimo con una total entrega a la Voluntad de Dios y sus permisiones?                   1857

6.     ¡Oh Señor, haz con mi vida entera lo que Tú quieras, ya sea difícil o apacible y grata. Todo me sea indiferente con tal que te agrade a Ti.                                            Retiro 1844

7.    Quiero mirar a Dios y su Santa Voluntad. 
                                                                     Retiro 1850

8.    Quiero mantener la mirada fija en Ti, para cumplir con amorosa prisa cada uno de tus deseos. Mi esfuerzo esté dirigido solamente a tu beneplácito.                         Retiro 1850

9.     Haz que lo más querido para mí sea lo que conduce a Ti. La razón por la que creaste todas las cosas fue para que sirvan como peldaños de la escalera que conduce a Ti en el cielo.                                       Retiro 1853

10.  Pertenece al ejercicio de la virtud y del esfuerzo volver siempre de nuevo a la Voluntad de Dios, como la brújula que busca su centro, A pesar de todas las contrariedades, aspiremos a que se haga la voluntad divina, y el amor de Dios sea el centro de reposo de nuestra voluntad.                  1863

11. Señor, con gusto quiero ser como arcilla entre tus dedos. Haz conmigo lo que quieras, con tal que no retires tu mano de mi. Condúceme como te plazca, por montes y valles, por desiertos y pantanos, por vertientes y peñascos: todo me es igual, mientras Tú me conduzcas, sé que voy avanzando hacia la meta.                                1852                                                                                                                                                                                                                                                   

12.  En todo tiempo quiero estar pronta para el servicio del Señor y responder a su llamada como Samuel: “Habla Señor, que tu sierva escucha”.                                     Retiro 1848

13.  Que Dios no se acomode a nosotras, mas bien dejémonos guiar siempre por El. Cada respiración nuestra debe decirle: “Soy la sirva del Señor, que se haga en mi según has dicho” (Lc. 1,  39).                                   1847

14.  La voluntad de Dios, su cumplimiento, es la meta suprema de todos mis anhelos.     1848

15.  En mi opinión, la perfección individual consiste en cumplir la vocación que Dios nos ha dado, y no en buscar y desear algo más que el cumplimiento de su divina voluntad. 
                                                                     Retiro 1842

16.  ¡Haz que sea como blanda cera en tus manos! ¡Haz conmigo lo que quieras! Retiro 1842

17.  Señor Jesús, Tú sabes cuán indeciblemente feliz estoy, dispuesta para que dispongas de mí según tu agrado.                     Retiro 1846

18.  Apenas conocemos el deseo de Dios, debemos estar dispuestas a renunciar a todo, aún a lo más querido.                   Retiro 1843

19.  Permaneceré donde Dios quiera que esté, para realizar la obra según su voluntad.
                                                                     Retiro 1842

20.  La realización de hechos grandiosos no es tan importante, sino tener buena intención al hacerlo. Aún en las cosas más insignificantes, Dios mira el corazón.         Retiro 1843

21.  Los caminos de Dios son inescrutables. Debemos adorar su santa voluntad siempre y en todas las cosas.                                       1871

22.  Nada importa que algo sea fácil o difícil, agradable o desagradable. ¡Si es la voluntad de Dios, debe hacerse, y punto! ¡Eso lo soluciona todo!                                Retiro 1844

23.  De antemano quiero alabar su santo nombre, ya sea que El dé o quite, Que El no se acomode a mis deseos. Su santa voluntad sea siempre mi ley más amada. Dios me conceda la conformidad con Su voluntad.  
                                                                     Retiro 1844

24. Acepte con paciencia lo que Dios permita que suceda. No busque otra cosa más que la extensión de su Reino y la salvación de las almas inmortales.                           1852

25.  Inclinémonos con la más profunda humildad bajo la mano poderosa de Dios. Adoremos sus santas disposiciones y digamos desde lo más hondo del corazón: “Bendita y alabada se la santa voluntad, siempre digna de adoración e inescrutables en las profundidades y en las alturas.                                   1854

26.  Pongo toda mi confianza en el Señor y espero de su misericordia todo bien. Estoy ansiosa por ir adonde El quiera que esté, y a su debido tiempo me mostrará los caminos y medios para ello.                     1854

27.  Al Señor hay que servirlo con fortaleza. 1840

28.  Quien comienza una obra con firme determinación, ya ha ganado la mitad de la batalla.                                             Retiro 1847

29.  Nunca quiero preguntar, “¿es esto cómodo, no es muy pesada la carga?” Si una obra es para gloria de Dios, debo emprenderla con valor, a pesar de mí misma.             Retiro 1843

30.  Si de verdad la honra de Dios es la única meta de todos mis deseos y aspiraciones, entonces no importa quién las realice, si son para su gloria. Si El quisiera grandes obras y éxitos por mi intermedio, me habría puesto en un lugar donde pudiera hacerlas. Sin embargo ahora, puesto que yo y mi posición son tan insignificantes para ello, me está pidiendo sacrificios personales mucho mayores. Amar la vida oculta: es la lección que debo aprender.                            Retiro 1846

31.  Con gusto quiero hacer todo lo que pueda, pero en este momento no sé qué otra cosa hacer, sino esperar tranquilamente todo lo que Dios ordene o permita.               1862

32.  Amadísimo Señor, haznos conocer tu Santa Voluntad y ayúdanos a correr a cumplirla. 
                                                                     Retiro 1867

33.  Si tenemos éxito en una empresa, que toda la gloria sea para Dios; si salimos frustradas en ella, aceptemos la humillación de todo corazón y con alegría.                                 1841

34.  Dios ha dispuesto bien todas las cosas y seguirá cuidándonos paternalmente. ¿Quién sabe cómo desea ordenar todo al final? A menudo El hace sus planes mucho tiempo antes y los lleva a cabo cuando le place. El Señor ha hecho todo bien.                    1854

35.  ¡Oh Dios, cuídanos con tu Providencia amorosa! Bendito seas por cada lucha, por cada sufrimiento como también por cada alegría que nos envías, porque tanto la pena como el gozo vienen de tu corazón de Padre. Ambas son para nuestra salvación.      1857

36.  Tengo tanta confianza en la bondad de Dios, de que al final la verdad será victoriosa. Sin embargo debemos conocer el momento exacto para mantenernos firmes y no huir enseguida. Con serenidad, valor y reflexión se puede avanzar más, teniendo la protección de Dios. Pero nunca se deben comprometer los principios, ni siquiera por un pelo. Que El buen Dios ordene todo según su beneplácito.                                            1878

37.  Jesús, envíame tu Santo Espíritu y victoriosa superaré todos los obstáculos. Tú eres fuerte en los débiles y esta fuerza vence el mundo con sus vanidades y peligros; desafía el infierno y la debilidad e inconstancia del propio corazón. Señor Jesús, dame tu Santo Espíritu para que te ame y te alabe, para que te glorifique y sea tu esclava con las cual Tú haces según tu voluntad. Amén.  
                                                                     Retiro 1842

38.  Igual que en la creación, deberíamos estar siempre en completo acuerdo con el querer divino. Nos debe ser indiferente la salud o la enfermedad, el honor o la humillación, la vida o la muerte. Me dirán que pueden hacer mucho más si están sanas. ¿Qué están realizando? El mundo y todo lo que contiene, seguirá alegremente adelante sin nosotras. Si Uds. cortan una hebra aquí o remiendan una rotura, toman tierra de un sitio para ponerla en otro más allá, trabajan mucho con palabras difíciles y algunos conocimientos para meterlos en la cabeza de los niños; la luz divina ilumina más en un solo momento, que todos sus discursos. Dios no te necesita, puede hacerlo todo sin ti. Una obra comenzada no quedará incompleta porque tú mueras, si Dios quiere continuarla. ¡Qué solas estamos en este mundo! Morir es una ganancia, si Dios prefiere la muerte a la vida para nosotras. Señor, dame una perfecta conformidad con tu Voluntad.                                                        Retiro 1851

39.  ¡Oh Jesús, enséñanos a  reconocer siempre, a comprender y amar tu Espíritu- a seguirlo adondequiera nos conduzca, a costa de todos los sacrificios que exija!         Retiro 1855

40. Señor, enséñame el discernimiento de los espíritus, para usarlo no sólo en mí misma sino también respecto a los demás; esto es tan necesario para mí. Señor, Tú eres fiel, ¡ayúdame! Guíame de la mano en todas las circunstancias de la vida. ¡Te sigo; arréglalo todo para mi! ¡Sé mi luz!              Retiro 1853


viernes, 13 de septiembre de 2013

La exaltación de la Cruz


¡La cruz es el único camino real al cielo! Por eso debemos amar al cruz, Si hubiera otro camino mejor, Jesús nos lo habría mostrado. Nos ha precedido en el camino de la cruz aceptando la más profunda humillación, y ahora nos pide seguirlo fielmente si queremos heredar su Reino.  (Beata Paulina)                   

HE AQUÍ A TU MADRE

¡Asegúrese de dirigirse siempre a la amorosa Madre de Dios! ¡Es tan maravilloso y consolador saber que en todos los sufrimientos podemos encontrar en Ella a una Madre hermosa! Con un corazón humilde y sereno permaneció al pie de la santa cruz; reconocida por todos como la madre de un condenado a una sentencia pública de muerte. ¡Qué humildad, qué amor! ¡Con ellas se abre el cielo!   (Beata Paulina)                         

jueves, 12 de septiembre de 2013

ALEGRES EN LA ESPERANZA (RM 12,12)

ALEGRES EN LA ESPERANZA   Rom. 12,12
(Pensamientos de la Madre Paulina)
1.     Que el espíritu de viva alegría nos caracterice, porque da fuerza, vigor y facilidad para las obras de caridad. Sin el Santísimo Sacramento seremos como soldados enviados a la batalla sin armas. A cada uno lo suyo.        
                                                                               1849

2.     Señor, ayúdame a adquirir serenidad y alegría de espíritu, una santa alegría en Dios.    
                                                                     Retiro 1853   

3.     Señor, haz que te sirva con un corazón alegre e indiviso.                              Retiro 1849

4.     Señor, experimento una gran alegría interior cuando desaparecen todos los apoyos exteriores y puedo entregarte todas mis preocupaciones. Tu me asistes con tanta fidelidad.   
                                                                     Retiro 1848   

5.     ¡Señor, ayúdame, que tu honor y tu grandeza sean el único deseo de mi alma y que yo sea feliz porque Tú eres todo y yo nada!  
                                                               1853
 

6.     La alegría más duradera es la que tiene sus raíces en la paz del alma y manifiesta cierta reserva amable y religiosa, como su base.                                                  1858 

7.     Ejercitémonos en la santa alegría, puesto que pasaremos toda la eternidad en santa alegría. Para lograr esta dicha es bueno empezar a practicarla aquí en la tierra.      1877 

8.     Lucharé por impregnar todo mi día de una amable alegría.                                            1855

9.     Ciertamente la ciencia y el saber adornan a una mujer. Pero no es suficiente para ser realmente amable, capaz de hacer felices a cuantos estén a su alrededor, para eso se necesita un carácter amable, sin capricho.  
                                                                               1877

10.  Los caballos están preparados. Ahora, adelante con valor, aunque los caminos sean ásperos.                                      Retiro 1853 

11.  Si tiene tentaciones de tristeza, desaliento, vuelva al Señor con oraciones insistentes para que El le ayude a vencer estas serias dificultades y le dé un espíritu amable y alegre. Luche con valor y haga todo lo posible para dominar toda irritación.           1877 

12.  Pida a Dios un espíritu alegre. Procure ser la alegría de su hogar.                                     1870  

13.  Por más triste o serios que estén los demás, muestra siempre un rostro alegre y afable; al fin espantarás la tristeza.                      1847   

14.  Cuide que todas las Hermanas trabajen con valor y alegría para que no las venza el desaliento o la tristeza.                             1861

15.  ¿Quién se deja vencer ante el primer obstáculo?                                                              1851

16.  Cada estado de vida tiene sus dificultades, pero no debemos empeorar las cosas, sino aplastarlas con el pie, no tener miedo a un poco de trabajo, amar a Dios y al prójimo, de corazón, hacer el bien y no temer a nadie.                                                   1851


17.  El Señor hace todo bien. A El debemos alabar y bendecir en todo tiempo, andando nuestro con alegría nuestro camino. ¡Aleluya!                                                     1872

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