Diez acciones para promover las vocaciones
Propuesta de la Comisión Episcopal del Clero de
Estados Unidos.
Los primeros cinco
pasos de esta lista están directamente dirigidos a todos los católicos. Los
segundos cinco son específicamente una invitación a los católicos más jóvenes a
considerar decir “sí” a una vocación religiosa.
Esta es la lista de
acciones a realizar para todos los católicos:
“Reza por
un incremento de las vocaciones al sacerdocio y vida consagrada. Jesús dice en
Mateo 9,38: “pedid al dueño de la mies que envíe trabajadores a su viña”. Si
queremos más sacerdotes, religiosos, necesitamos pedirlo”.
“Enseña a
la gente joven cómo rezar. El Papa Benedicto XVI dijo que si no enseñamos a
nuestros jóvenes a orar, nunca oirán la llamada de Dios en una profunda
relación con El y en discipulado de la Iglesia”
“Invita a
jóvenes adultos activos y adolescentes a considerar la vocación al sacerdocio o
la vida consagrada. Un sencillo, sincero comentario no debería ser desestimado.
Un modo fácil para hacerlo puede ser recordado por cuatro letras: ICNU. “John,
I see in you (Juan, veo en tí) las cualidades que harían de tí
un buen sacerdote, y deseo animarte a rezar sobre ello”. Es un modo no invasivo
de animar a la apertura a una vocación religiosa”.
“Házla atrayente.
Muestra el sacerdocio por lo que verdaderamente es, una llamada a ser un padre
espiritual para toda la familia creyente. De igual modo, la vida consagrada
para una joven es una llamada a estar unida a Cristo de un modo único, y ser
madre espiritual de aquellos que encuentra en su vida y servicio. El reto para
sacerdotes y religiosos es ser modelos alegres de sus vocaciones”.
“¡Predícalo,
hermano! Se debe hablar de las vocaciones regularmente si se quiere que
arraigue en parroquias y casas una “cultura vocacional”. Esto significa,
primero y principal, que la gente necesita oir hablar de las vocaciones a los
sacerdotes en las homilías, oraciones de los fieles, y diálogos en clase. Las
vocaciones que no se ven están fuera de la mente”.
Para quienes
consideran la posibilidad de la vocación:
“Practica la fe.
Todos necesitamos recordar que lo principal en nuestras vidas es crecer en una
profunda, íntima y amorosa relación con Dios. Este es el primer paso para
cualquier joven que desea discernir cualquier llamamiento en su vida”.
“Entra en el
silencio. El silencio es clave para la cordura y plenitud. Sólo podemos
“oír” la voz de Dios si estamos callados. Quítate los auriculares de tu iPhone,
iPod, e iTunes y escucha a Dios, el más grande “Yo soy”. Los jóvenes deberían
probar a estar quince minutos en oración silenciosa cada día, ahí es donde
pueden empezar a recibir direcciones claras en sus vidas”.
“Se un buen
discípulo. Un obispo dice: ‘No tenemos una crisis de vocaciones; tenemos
una crisis de discipulado’. Los jóvenes pueden llegar a ser verdaderos
seguidores de Jesucristo sirviendo a quienes les rodean. Descubriendo tu
llamada al discipulado, también descubres su particular llamada dentro de la
Iglesia”.
“Pregunta a Dios.
Pregunta a Dios lo que desea para tu vida y sabe que el sólo desea lo que es
bueno para tí. Si, de hecho, estás llamado al sacerdocio o la vida consagrada,
será el sendero hacia una gran alegría y satisfacción”.
“En las palabras
inmortales de un famoso fabricante de zapatillas: ‘¡Házlo!’. Si sientes que
Dios te está invitando a ‘probarlo’, presenta la solicitud al seminario o a una
orden religiosa. Recuerda, el seminario o convento es un lugar de
discernimiento. No serás ordenado ni te pedirán hacer los votos de profesión en
muchos años, proporcionándote una amplia oportunidad de explorar la posibilidad
de un llamamiento al sacerdocio o la vida religiosa”.
[Traducción del inglés
por Nieves San Martín]