miércoles, 29 de enero de 2014

2 de febrero, Fiesta de la Presentación del Señor

Fiesta de la Presentación del Señor






















Queridos amigos y hermanos del blog: hoy, 2 de febrero, celebramos la fiesta de la Presentación del Señor en el templo, cuarenta días después de su nacimiento, pone ante nuestros ojos un momento particular de la vida de la Sagrada Familia: según la ley mosaica, María y José llevan al niño Jesús al templo de Jerusalén para ofrecerlo al Señor (cf. Lc 2, 22). Simeón y Ana, inspirados por Dios, reconocen en aquel Niño al Mesías tan esperado y profetizan sobre él. Estamos ante un misterio, sencillo y a la vez solemne, en el que la santa Iglesia celebra a Cristo, el Consagrado del Padre, primogénito de la nueva humanidad.


La sugestiva procesión con los cirios al inicio de la celebración de esta fiesta nos hace revivir la majestuosa entrada, cantada en el salmo responsorial, de Aquel que es "el rey de la gloria", "el Señor, fuerte en la guerra" (Sal 23, 7. 8). Pero, ¿quién es ese Dios fuerte que entra en el templo? Es un niño; es el niño Jesús, en los brazos de su madre, la Virgen María. La Sagrada Familia cumple lo que prescribía la Ley: la purificación de la madre, la ofrenda del primogénito a Dios y su rescate mediante un sacrificio.



En la primera lectura, la liturgia habla del oráculo del profeta Malaquías: "De pronto entrará en el santuario el Señor" (Ml 3, 1). Estas palabras comunican toda la intensidad del deseo que animó la espera del pueblo judío a lo largo de los siglos. Por fin entra en su casa "el mensajero de la alianza" y se somete a la Ley: va a Jerusalén para entrar, en actitud de obediencia, en la casa de Dios.



El significado de este gesto adquiere una perspectiva más amplia en el pasaje de la carta a los Hebreos, proclamado hoy como segunda lectura. Aquí se nos presenta a Cristo, el mediador que une a Dios y al hombre, superando las distancias, eliminando toda división y derribando todo muro de separación. Cristo viene como nuevo "sumo sacerdote compasivo y fiel en lo que a Dios se refiere, y a expiar así los pecados del pueblo" (Hb 2, 17).



Así notamos que la mediación con Dios ya no se realiza en la santidad-separación del sacerdocio antiguo, sino en la solidaridad liberadora con los hombres. Siendo todavía niño, comienza a avanzar por el camino de la obediencia, que recorrerá hasta las últimas consecuencias. Lo muestra bien la carta a los Hebreos cuando dice: "Habiendo ofrecido en los días de su vida mortal ruegos y súplicas (...) al que podía salvarle de la muerte, (...) y aun siendo Hijo, con lo que padeció experimentó la obediencia; y llegado a la perfección, se convirtió en causa de salvación eterna para todos los que le obedecen" (Hb 5, 7-9).



La primera persona que se asocia a Cristo en el camino de la obediencia, de la fe probada y del dolor compartido, es su madre, María. El texto evangélico nos la muestra en el acto de ofrecer a su Hijo: una ofrenda incondicional que la implica personalmente: María es Madre de Aquel que es "gloria de su pueblo Israel" y "luz para alumbrar a las naciones", pero también "signo de contradicción" (cf. Lc 2, 32. 34).



Y a ella misma la espada del dolor le traspasará su alma inmaculada, mostrando así que su papel en la historia de la salvación no termina en el misterio de la Encarnación, sino que se completa con la amorosa y dolorosa participación en la muerte y resurrección de su Hijo. Al llevar a su Hijo a Jerusalén, la Virgen Madre lo ofrece a Dios como verdadero Cordero que quita el pecado del mundo; lo pone en manos de Simeón y Ana como anuncio de redención; lo presenta a todos como luz para avanzar por el camino seguro de la verdad y del amor.



Las palabras que en este encuentro afloran a los labios del anciano Simeón -"mis ojos han visto a tu Salvador" (Lc 2, 30)-, encuentran eco en el corazón de la profetisa Ana. Estas personas justas y piadosas, envueltas en la luz de Cristo, pueden contemplar en el niño Jesús "el consuelo de Israel" (Lc 2, 25). Así, su espera se transforma en luz que ilumina la historia.



Simeón es portador de una antigua esperanza, y el Espíritu del Señor habla a su corazón: por eso puede contemplar a Aquel a quien muchos profetas y reyes habían deseado ver, a Cristo, luz que alumbra a las naciones. En aquel Niño reconoce al Salvador, pero intuye en el Espíritu que en torno a él girará el destino de la humanidad, y que deberá sufrir mucho a causa de los que lo rechazarán; proclama su identidad y su misión de Mesías con las palabras que forman uno de los himnos de la Iglesia naciente, del cual brota todo el gozo comunitario y escatológico de la espera salvífica realizada.



El entusiasmo es tan grande, que vivir y morir son lo mismo, y la "luz" y la "gloria" se transforman en una revelación universal. Ana es "profetisa", mujer sabia y piadosa, que interpreta el sentido profundo de los acontecimientos históricos y del mensaje de Dios encerrado en ellos. Por eso puede "alabar a Dios" y hablar "del Niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén" (Lc 2, 38). Su larga viudez, dedicada al culto en el templo, su fidelidad a los ayunos semanales y su participación en la espera de todos los que anhelaban el rescate de Israel concluyen en el encuentro con el niño Jesús.


Queridos hermanos y hermanas, como cirios encendidos irradiad siempre y en todo lugar el amor de Cristo, luz del mundo. Que María Santísima, la Mujer nos ayude a vivir plenamente nuestra especial vocación y misión en la Iglesia, para la salvación del mundo: ser como Cristo “luz del mundo”.

http://padrejosemedina.blogspot.com.ar/2011/02/jesucristo-fiesta-de-la-presentacion.html


Con mi bendición.
Del Blog del
Padre José Medina.

CÓMO ATRAER LAS BENDICIONES DE DIOS



     Preocúpese de no descuidar la oración porque es la llave de todas las gracias, y aún del cielo. Por la oración atraerá las bendiciones de Dios sobre Ud., sobre los niños y sobre la escuela. Cuando caiga en el desaliento o las cosas no anden bien con los niños de la escuela, o incluso consigo misma, llévele sus quejas a El y pídale fuerzas. Las cosas mejorarán y pronto todo irá bien.( RETIRO1859)



Educar jugando y aprender gozando

31 de enero
San Juan BoscoPresbítero (1815-1888)

San Juan BoscoEra natural de la aldea de los Becchi, a 25 kilómetros de Turín. En esta historia no puede faltar la figura de la madre, Margarita, mujer incomparable, que educó a sus hijos en la pobreza y fortaleza del más alto nivel.
Cuando era jovencito, Juan iba con su madre al mercado a vender los productos del campo. Era un mozarrón despierto y vigoroso que aún no sabía leer.
En esto, se le ocurre ser sacerdote. Y para iniciar sus experiencias, atrae los domingos a la gente junto a su casa, en un predio donde crecían dos perales. Allí hace de saltimbanqui y prestidigitador. Así entretiene santamente a todos los convecinos.
Empieza a estudiar en una escuela pública, a 5 kilómetros de su pueblo. Luego entra a estudiar en el liceo de Chieri. Para pagar sus estudios trabaja en toda clase de oficios. Por fin, a sus 26 años celebra la primera misa en Turín. Lo primero que hace es recoger chiquillos de la calle. Le siguen como si fuera un titiritero. Para eso funda los Oratorios de San Francisco de Sales. Más tarde, para atender a esa gente pequeña, funda la Congregación de los Padres Salecianos, que se extiende pronto por toda Italia, Francia y España. Es el educador de los tiempos modernos; se hace periodista, predica, confiesa, escribe y propaga la devoción a María Auxiliadora, publica libros de ciencia y religión. Es el auténtico tipo de audaz soldado de Cristo.
En la Italia del siglo pasado, uno de los divertimentos más esperados de los pobres era los que traían los titiriteros.
San Juan BoscoHubo cierta "troupe" que, a sabiendas, representaba sus obras a la hora de la misa y, claro, las gentes, en especial los niños, se "salteaban" la misa.
Pero había un niño, Juan Bosco, que se decidió a hacer algo para que los niños volvieran a la misa.
Se las arregló para aprender trucos de prestidigitación, malabarismos y otras habilidades por el estilo. Para eso, observó mucho, entrenó más y se ejercitó con los amigos.
Más tarde llegó a desafiar a los titiriteros y malabaristas, les ganó las apuestas y se tuvieron que ir de allí humillados.
Juan se hizo dueño del domingo, de los compañeros y amigos. Comenzó de niño los domingos y acabó moviendo masas de jóvenes, organizando su tiempo libre, montando talleres y escuelas profesionales...
Se inventó el sistema de "educar jugando y aprender gozando".
Su espíritu de saltimbanqui le daba agilidad al cuerpo y ponía alas a su vocación de educador.
Les decía a los niños: "Haremos muchos juegos y entretenimientos sin que tengan que pagar nada, pero con una condición: que vengan después todos conmigo a la iglesia".
(Gentileza de Ewtn)

martes, 7 de enero de 2014

Oración al comenzar un nuevo año

“Quiero considerar este año nuevo, oh Jesús mío, como una página en blanco que tu Padre me presenta y en la cual irá escribiendo día a día lo que haya dispuesto de mí, en sus divinos designios. Yo desde este momento escribo en la cabecera de la primera página con absoluta confianza: Domine, fac de me sicut vis. ¡Señor, haz de mí lo que quieras. Y al final de esta página en blanco, de esta misma página, pongo ya el Amén, el sí de mi aceptación a todas las disposiciones de tu voluntad divina. ¡Oh Señor! Desde este momento, sí a todas las alegrías, a todos los dolores, a todas las gracias, a todas las fatigas que has preparado para mí y que día a día irás descubriendo en mi vida.

Haz que mi Amén sea el Amén de la Pascua, seguido siempre por el Aleluya, esto es, pronunciado con todo el corazón, con la alegría de una completa entrega. Dame tu amor y tu gracia y no necesitaré otra cosa para ser rico.”

(Sor Carmela del Espíritu Santo,
citada por el P. Gabriel de Santa María Magdalena
en su obra Intimidad Divina)

miércoles, 1 de enero de 2014


LA MATERNIDAD DIVINA

Madre de Dios -
El dogma de la Maternidad Divina se refiere a que la Virgen María es verdadera Madre de Dios. Fue solemnemente definido por el Concilio de Efeso (año 431). Tiempo después, fue proclamado por otros Concili
os universales, el de Calcedonia y los de Constantinopla.

El Concilio de Efeso, del año 431, siendo Papa San Clementino I (422-432) definió:

"Si alguno no confesare que el Emmanuel (Cristo) es verdaderamente Dios, y que por tanto, la Santísima Virgen es Madre de Dios, porque parió según la carne al Verbo de Dios hecho carne, sea anatema."

El Concilio Vaticano II hace referencia del dogma así:

"Desde los tiempos más antiguos, la Bienaventurada Virgen es honrada con el título de Madre de Dios, a cuyo amparo los fieles acuden con sus súplicas en todos sus peligros y necesidades" (Constitución Dogmática Lumen Gentium, 66)

AVE MARÍA


Navidad y Epifanía


Misa de Angelis


Madre!


Madre hoy quiero hablarte

     María, Virgen santa, tú iluminas nuestra senda con tu hermoso ejemplo. Ruega a Dios que me dé la gracia de seguir tus santas huellas, para que pueda ser la esclava del Señor y se haga en mí según tu palabra. Amén.                                                      Retiro 1843

María, Madre de Dios y Madre nuestra.

    Tome a la amable  Virgen María como modelo. ¡Qué humilde, qué amable y qué unida con Dios! ¡Con qué devoción y diligencia debe haberse dedicado a su hogar! Jesús, su Dios y Señor, estaba a su cuidado- el Creador a la creatura. La más humilde era la Madre del Altísimo.                              
  (Pensamiento de la Beata Paulina)


María ,Madre de Dios

     ¡Asegúrese de dirigirse siempre a la amorosa Madre de Dios! ¡Es tan maravilloso y consolador saber que en todos los sufrimientos podemos encontrar en Ella a una Madre hermosa! Con un corazón humilde y sereno permaneció al pie de la santa cruz; reconocida por todos como la madre de un condenado a una sentencia pública de muerte. ¡Qué humildad, qué amor! ¡Con ellas se abre el cielo!                            (Pensamiento de la Beata Paulina)

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