HERMANAS DE LA CARIDAD CRISTIANA.
La Madre Paulina y su discernimiento vocacional..
Reflexionando
en el retiro sobre mi vocación, resolví entrar en Paderborn...
Claro,
esta resolución no es irrevocable, pero bastante segura, tanto más cuanto que
mis tres hermanos la aprueban, lo que naturalmente me agrada mucho.
Las
siguientes anotaciones durante los ejercicios, demuestran la seriedad de este
examen: “Agradezco a Dios de todo corazón por este santo tiempo durante el cual
puedo examinar otra vez mi vocación a la luz de las serias verdades de nuestra
santa religión: la muerte, el juicio y la infinita bondad del Señor”. Ahora,
pues, ¡Adelante con valor a la ejecución! Sin duda el desprendimiento de tantas
cosas, no dejará de causar sufrimiento al corazón; pero Cristo, nuestro guía,
ha vencido el mundo. Bajo su estandarte tampoco a mí, pobre creatura, me
faltará la victoria. Corto es el tiempo; inmensamente larga la eternidad.
No
puede negarse que la vocación de Hermana de Caridad implica muchas
dificultades. Sólo quien la elije con recta intención y busca únicamente la
gloria de Dios, el bien de sus semejantes, y su propia santificación,
perseverará en ella hasta el fin.