lunes, 29 de noviembre de 2010






La Iglesia espera que los religiosos sean un “Evangelio vivo”

Ciudad del Vaticano, 29 Nov. 10 (AICA)

Audiencia de Benedicto XVI con la Unión de Superiores Generales

El papa Benedicto XVI recibió a los participantes de la Asamblea General semestral de la Unión de los Superiores Generales (USG), entidad que reúne a la casi totalidad de las congregaciones y órdenes religiosas masculinas, 160 de cuyos miembros se reunieron en estos días en Roma para reflexionar sobre el presente y el futuro de la vida consagrada en Europa.

Junto con la USG asistió a la audiencia del viernes 26 de noviembre también la Unión Internacional de las Superioras Generales (UISG). El Papa les dirigió un discurso en el que señaló que los consagrados y consagradas tienen que ser "un Evangelio vivo" para responder así a los desafíos de la sociedad y lograr la contribución que les es propia en la Iglesia.

"La renovación profunda de la vida consagrada parte de la centralidad de la Palabra de Dios, y más concretamente del Evangelio, regla suprema para todos ustedes", dijo el Santo Padre.

Seguidamente Benedicto XVI subrayó que "el Evangelio vivido todos los días es el elemento que da encanto y belleza a la vida consagrada y los presenta ante el mundo como una alternativa fiable. De esto tiene necesidad la sociedad actual, esto espera la Iglesia de ustedes: que sean un Evangelio vivo".

Refiriéndose a "otro aspecto fundamental de la vida consagrada: la fraternidad", el Papa indicó que "la vida fraterna es uno de los aspectos que más buscan los jóvenes cuando se acercan a la vida religiosa; es un elemento profético importante que ustedes ofrecen en una sociedad individualista".

En este sentido señaló que "es necesario un discernimiento serio y constante para escuchar lo que el Espíritu dice a la comunidad, para reconocer lo que es del Señor y lo que es contrario a El. Sin discernimiento, acompañado por la oración y la reflexión, la vida consagrada corre el peligro de acomodarse en los criterios de este mundo: el individualismo, el consumismo, el materialismo; criterios que debilitan la fraternidad y hacen que la misma vida consagrada pierda su encanto".

El Santo Padre destacó otro elemento: la misión. "Forma parte de la identidad de los religiosos, los impulsa a llevar el Evangelio a todos, sin límites. La misión, apoyada por una fuerte experiencia de Dios, por una formación sólida y por la vida fraterna en comunidad es una clave para la comprensión y la revitalización de la vida consagrada. Renueven su presencia en los areópagos actuales para anunciar, como hizo San Pablo en Atenas, al Dios 'desconocido'".

Hablando del problema de la reducción de los consagrados, especialmente en Europa, el Papa dijo que "las dificultades no deben hacernos olvidar que la vida consagrada tiene su origen en el Señor, porque la ha querido para la construcción y la santidad de su Iglesia, y por lo tanto la Iglesia nunca quedará privada de ella".

Precisamente durante la asamblea de la USG, el ministro general de la Orden de los Frailes Menores, fray José Rodríguez Carballo, recordó que entre 1977 y 2005 el número de los religiosos sacerdotes en Europa disminuyó de 64.803 a 59.787; y en el mismo período los religiosos no sacerdotes disminuyeron de 24.460 a 19.574, y las religiosas, de 388.693 pasaron a 322.995.

En su discurso de saludo al Papa, el presidente de la USG, padre Pascual Chávez Villanueva SDB, afirmó que para la vida consagrada este es “un tiempo difícil, en el que el contexto social y cultural no favorece la estima y la atención a una elección tan bella y comprometida: seguir a Jesús a través de la práctica de los consejos evangélicos”.

“Hemos visto -explicó- que el problema de la vida consagrada es el de vivir su identidad ‘profética’, volviendo a ser significativa, valorando como un don también la ‘minoridad’, la pérdida de relevancia social o de significatividad, la ‘invisibilidad’: de hecho en la Europa actual somos poco conocidos, menos apreciados, pero no importa”.

Por ello, añadió, “la vida consagrada está llamada a un esfuerzo por recuperar una voz propia dentro de la sociedad europea. No es cuestión de fascinación, sino de fidelidad”. Y esto a través de un triple compromiso: “volver a encontrar la profundidad de la experiencia espiritual; construir comunidad donde se vive con alegría el don de la fraternidad; recuperar la centralidad de la misión y servirla con más transparencia”.

En su discurso, el Papa invitó a los religiosos a pasar “de las cosas secundarias a las esenciales, es decir a lo que es verdaderamente importante; busquen lo definitivo, busquen a Dios, mantengan la mirada puesta en Él. Como los primeros monjes, cultiven una orientación escatológica: detrás de lo provisional busquen lo que permanece, es decir lo que no pasa”.

“¡Sean siempre buscadores apasionados y testigos de Dios!", exhortó Benedicto XVI recordando que “la renovación profunda de la vida consagrada parte de la centralidad de la Palabra de Dios,”.

Finalmente Benedicto XVI alentó a "caminar en la fe y en la esperanza" y pidió "un compromiso renovado en la pastoral vocacional y en la formación inicial y permanente".+

AICA -

Entrada destacada

Año dedicado a San José .

"La grandeza de san José consiste en el hecho de que fue el esposo de María y el pa...