Dios sigue llamando
Novicias y Postulantes son dirigidas por una Hernana encargada se su formación.
Una intensa vida de oración cultiva en la formanda una profunda amistad con Cristo a quién entregará su vida.
A través de la primera profesión de castidad consagrada, pobreza y obediencia, se comienza a vivir plenamente la vida religiosa.
“Es una gracia muy grande que Dios se digne llamarnos para trabajar en la extensión de su reino” (Madre Paulina).
“Construir la vida sobre Cristo, acogiendo con alegría la palabra y poniendo en práctica la doctrina: ¡he aquí, jóvenes del tercer milenio, cuál debe ser vuestro programa! Es urgente que surja una nueva generación de apóstoles enraizados en la palabra de Cristo, capaces de responder a los desafíos de nuestro tiempo y dispuestos a difundir el Evangelio por todas partes. ¡Esto es lo que os pide el Señor, a esto os invita la Iglesia, esto es lo que el mundo - aun sin saberlo - espera de vosotros! Y si Jesús os llama, no tengáis miedo de responderle con generosidad, especialmente cuando os propone seguirlo en la vida consagrada o en la vida sacerdotal. No tengáis miedo; fiaos de Él y no quedaréis decepcionados”. Mensaje del Santo Padre a los jóvenes del mundo, con ocasión de la celebración diocesana de la XXI Jornada Mundial de la Juventud 2006.
La formación la realizamos en una comunidad religiosa que anima y sostiene a las formandas.
Jesús sigue llamando a muchas jóvenes a una consagración total a Él como Hermana de la Caridad Cristiana. Es un llamado a una vida totalmente dedicada al servicio de Dios y al servicio de todos los hombres a través del amor, siguiendo las huellas de la Madre Paulina.
Aceptar la llamada de Dios a seguirlo en la Vida Religiosa, es el inicio de un camino de formación, que a través de diferentes etapas, ayuda a la joven llamada a conformar su vida según el carisma de las Hermanas de la Caridad Cristiana y a conocer lo que la Iglesia espera de la Vida Religiosa, a fin de vivirla en plenitud, y así alcanzar un verdadero desarrollo personal y humano como mujer consagrada. Acompañada por sus formadores, la aspirante a la Vida Religiosa en nuestra Congregación, es guiada para poder discernir la autenticidad de su vocación en completa libertad, con responsabilidad y alegría. El don de la Vida Religiosa es tan maravilloso que vale la pena ponerse a la escucha de la Palabra de Dios y dedicarle tiempo a la oración para preparar un terreno propicio para que germine la semilla de la vocación.
Desde las etapas iniciales de formación se realizan experiencias apostólicas.
Novicias y postulantes viviendo una experiencia apostólica.
Si crees que Dios te llama a la vida religiosay quieres conocer más acerca del Carisma y Espiritualidad de las Hnas. de la Caridad Cristiana escríbenos a
hnamagranr@gmail.com